Chocolate del Bienestar desata polémica por sellos de advertencia

El lanzamiento del *Chocolate del Bienestar*, impulsado por el gobierno federal, ha generado críticas y una ola de memes en redes sociales debido a los tres sellos de advertencia en su empaque por exceso de azúcares, grasas saturadas y calorías. A pesar de esto, la presidenta Claudia Sheinbaum defendió el producto como una alternativa "más saludable" que los chocolates comerciales, aunque no podrá venderse en cooperativas escolares por normativas vigentes.

El chocolate, producido por la Institución Alimentación para el Bienestar, se distribuirá en más de 24 mil Tiendas del Bienestar en todo el país. Estará disponible en presentaciones de barra, polvo y golosina, elaborado con 50% de cacao y sin aditivos artificiales, según destacó Sheinbaum durante su conferencia matutina. La mandataria argumentó que los sellos son obligatorios, pero insistió en que el contenido de azúcar es "muchísimo menor" al de productos industriales.

La polémica surgió al vincularse el lanzamiento con la reciente prohibición de venta de comida chatarra en escuelas, ya que algunos usuarios ironizaron sobre la posibilidad de que este chocolate se ofrezca como "alternativa saludable" en planteles educativos. Nutriólogos y asociaciones civiles cuestionaron la coherencia de promover un producto con sellos de advertencia mientras se impulsan campañas contra alimentos procesados.

En redes sociales, el tema se volvió tendencia con memes que compararon el chocolate con escenas icónicas de películas o satirizaron su empaque. Además, se criticó que el proyecto, dirigido a comunidades vulnerables, contradiga los discursos oficiales sobre alimentación saludable.

¿Qué más ofrecen las Tiendas del Bienestar?

Además del chocolate, estas tiendas —que reemplazaron a la red Diconsa— venden productos básicos como maíz, frijol, arroz, leche, atún, café y artículos de higiene a precios accesibles. Sheinbaum aseguró que el objetivo es garantizar acceso a alimentos "nutritivos y de calidad", aunque el debate sobre el balance entre bienestar y políticas alimentarias sigue abierto.

Mientras tanto, el Chocolate del Bienestar se mantiene en el ojo del huracán, simbolizando un choque entre las estrategias gubernamentales y la percepción pública sobre qué define un alimento saludable.