DeepSeek vs. OpenAI: La batalla por el dominio de la inteligencia artificial

A finales de enero de 2025, la entrada al mercado de la inteligencia artificial de DeepSeek, una empresa china, ha encendido la competencia con OpenAI en el campo de los modelos de razonamiento generativo. DeepSeek lanzó su modelo DeepSeek R1, que promete una mayor eficiencia y costos reducidos en comparación con OpenAI O1, el modelo estrella de la organización estadounidense. Esta diferencia de enfoque refleja dos maneras de abordar el capitalismo tecnológico: el estadounidense, basado en el libre mercado y la acumulación privada, y el chino, con un control estatal más directo sobre las empresas estratégicas.

DeepSeek, fundada en 2023, ha irrumpido con su modelo DeepSeek R1, destacando por su rapidez y arquitectura eficiente que optimiza el uso de recursos, aunque su principal limitación es la falta de soporte para procesamiento de imágenes. Por otro lado, OpenAI O1 está diseñado para tareas más complejas que requieren análisis profundo y respuestas estructuradas, como el análisis financiero o el desarrollo de software avanzado.

La competencia entre ambas empresas se intensifica con acusaciones de OpenAI contra DeepSeek por presunto robo de datos. Según una investigación conjunta con Microsoft, DeepSeek podría haber entrenado su modelo utilizando información de OpenAI sin autorización, lo que representaría una violación de propiedad intelectual. Estas denuncias subrayan el creciente conflicto entre ambas potencias tecnológicas y el impacto que tendrá esta guerra en el futuro de la IA.

En este contexto, la pregunta sobre el papel de México en esta competencia global se plantea con fuerza. Existen tres alternativas principales para el país: fortalecer el modelo capitalista privatista, un control tecnocrático o una opción democrática y popular, que fomente la educación y el desarrollo local en tecnología. Sin embargo, aún no parece haber una propuesta seria que apunte hacia un desarrollo inclusivo y participativo.

La batalla por la supremacía en la inteligencia artificial está en pleno apogeo y, con los gigantes de la tecnología enfrentados, el futuro del sector está más incierto que nunca.