El equipo de '31 Minutos' exige respeto a su propiedad intelectual tras uso no autorizado

La productora chilena Aplaplac, creadora del popular programa "31 Minutos", reaccionó con contundencia después de que el candidato presidencial colombiano Sergio Fajardo utilizara sin autorización a sus icónicos personajes, como Tulio Triviño, en piezas gráficas para promover su "Plan Guardián" de seguridad. A través de la red social X, la cuenta oficial del programa cuestionó enérgicamente esta acción, señalando: "Cómo se te ocurre usar nuestra imagen en tu campaña. 31 Minutos nunca participa en campañas políticas, menos en lugares donde su contingencia nos es totalmente ajena".

La productora Aplaplac dejó en claro que el uso de sus creaciones sin consentimiento constituye una violación a sus derechos de autor y de marca. En un comunicado oficial, la empresa reforzó sus lineamientos y advirtió que cualquier utilización del logo o de los personajes sin autorización infringe la ley. "Todas las marcas anteriormente descritas están inscritas tanto con derechos de autor como con derechos de imagen.

Su utilización sin nuestro consentimiento está vulnerando derechos de autor y derechos de marca", explicó la compañía, aunque señaló su preferencia por aclarar estos puntos antes de proceder con acciones legales.

Este incidente ocurre en un momento de gran visibilidad internacional para la franquicia chilena. Recientemente, el programa hizo historia al ser el primer elenco de títeres en presentarse en la afamada serie de conciertos "Tiny Desk" de la National Public Radio (NPR) en Estados Unidos. Su actuación, cargada de humor y sutiles críticas a las políticas de inmigración estadounidenses, se viralizó rápidamente, acumulando millones de vistas y reafirmando el estatus de "31 Minutos" como una institución cultural latinoamericana.

La protección de los derechos de autor es un tema de creciente relevancia global. Recientemente, en marzo de 2025, un tribunal de apelaciones de Estados Unidos reiteró que la protección por derecho de autor exige autoría humana, una postura que la Oficina de Derechos de Autor de ese país ha mantenido durante décadas.

El caso de "31 Minutos" subraya la importancia de respetar la propiedad intelectual, un principio que cobra mayor fuerza en la era digital, donde el contenido creativo puede ser fácilmente replicado y distribuido sin permiso, afectando a sus legítimos creadores.