Gobierno federal lanza Plan Nacional de Maíz Nativo "El Maíz es la Raíz"

La doctora María Luisa Albores González, actual directora general de Alimentación para el Bienestar y exsecretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, presentó oficialmente el Plan Nacional de Maíz Nativo "El Maíz es la Raíz", una iniciativa estratégica que busca reconocer a los campesinos mexicanos como guardianes de la biodiversidad y fortalecer la conservación, producción, transformación y comercialización de las razas nativas de este grano fundamental para la cultura y alimentación nacional.

🌽 Implementación por etapas y población objetivo

El plan se desplegará de manera escalonada a nivel nacional durante los próximos años. Para 2026, la implementación priorizará las regiones del Sureste y Pacífico Sur, sentando las bases operativas y fortaleciendo capacidades locales. En 2027 expandirá hacia el Centro y Golfo Centro, consolidando redes de colaboración. La cobertura total en las ocho regiones del país, incluyendo Noreste, Noroeste, Pacífico Centro y Norte Centro, se proyecta para 2028, con seguimiento y evaluaciones de impacto continuas hasta 2030.

La población objetivo inicial comprende 677,005 productores de 437 municipios en siete estados: Yucatán, Quintana Roo, Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Campeche, abarcando 886,687 hectáreas de superficie agrícola.

🔧 Estrategia productiva y tecnológica

La iniciativa impulsa la producción agroecológica mediante la estrategia Milpateca, que facilitará el acceso colectivo a herramientas y maquinaria ligera adaptada regionalmente. Los principios de operación priorizarán el uso, gestión y mantenimiento compartidos del equipo, buscando fortalecer la autonomía y soberanía tecnológica local. La inversión inicial funcionará como capital semilla para la adquisición de estos recursos, aprovechando los disponibles en cada región y ajustándose a las necesidades específicas de cada localidad.

🤝 Modelo de colaboración y beneficios esperados

El plan promueve una colaboración estrecha entre agricultores, autoridades y actores de la cadena de valor, con tres componentes centrales: aumento de productividad mediante acompañamiento técnico, conservación de raíces nativas mediante mejora de semillas, y agregación de valor mediante transformación a productos como tortillas, tostadas y totopos. Este modelo busca ser replicable para otros cultivos tradicionales, fortaleciendo simultáneamente la seguridad alimentaria y la diversidad cultural a nivel nacional, constituyendo un esfuerzo integral de rescate agroalimentario.