Lo mejor que Nintendo ofrece... es un reloj despertador.

Fue en 2017 cuando Nintendo lanzó a la venta su nueva consola y la que se convirtió en uno de sus dispositivos más vendidos y populares de su historia, una consola que cada año queda mas atras en comparacion con las consolas de su competencia directa, Xbox o Playstation, parece que Nintendo se refugia cada vez más en sus títulos exclusivos y se mantiene apartado de la innovación.

El pasado miércoles 9 de octubre, después de años esperando un vistazo al nuevo hardware de Nintendo, esperábamos con ansias la llegada de la famosa “Switch 2” y el próximo paso para nintendo, sin embargo muchos fanáticos de la compañía nipona se quedaron de boquiabiertos y salivando como quien no ha comido en toda la semana y se le presenta un corte perfecto, al enterarse que no se trataba de una nueva plataforma para sus títulos favoritos, ni de una nueva edición, ni de un nuevo juego, ni siquiera un adelanto a una nueva franquicia, mostraron algo que nadie esperaba ( y que tampoco pedía).

¿Qué le preocupa más al espectador promedio?

Puede ser que Nintendo vea algo que nadie más ve en la industria, algo oculto y secreto, esperando a ser descubierto por una compañía que entienda su esencia y sepa aprovecharla tal y como Apple recurre a su ignorancia para implementar nuevas funciones en su sistema operativo en cada actualización, Nintendo se dispone a capitalizar más allá de su enfoque en la industria de los videojuegos, un producto novedoso, ingenioso, necesario e indispensable, un producto que a nadie se le ha ocurrido… ¡UN RELOJ DESPERTADOR!

Un dispositivo capaz de reproducir las famosas canciones de los videojuegos de sus franquicias, algo que ya podías hacer desde cualquier dispositivo desde hace décadas, pero esta vez podrás hacerlo sin recibir una demanda por derechos de autor. Su nombre es “Alarmo”, un nombre mediocre para un dispositivo mediocre y una compañía de visión mediocre, dirigida a un público ávido de productos que sin importar la calidad, versatilidad o mínima utilidad que ofrezca, este o cualquier otro producto de la compañía cuya mascota es un hombrecillo bigotón,seguro se venderá como un café caliente en una mañana fría de invierno, lo comprarán sin importar que cueste la ridícula cantidad de $100 dólares.

Gracias Nintendo por demostrarnos que sin importar que vendas, lo importante es tener una imagen popular para elevar el precio, un nombre e imagen cuyo tamaño y reconocimiento sean tan grandes que te permita ofrecer un servicio, accesorio, prenda u objeto de poca imaginación y aun así recibir ganancias y que la gente pida a gritos más productos de calidad paupérrima.