Mark Carney asume como primer ministro de Canadá en medio de tensión histórica con Estados Unidos

Canadá vive un giro político sin precedentes con la llegada de Mark Carney, economista y exbanquero central, como su vigésimo cuarto primer ministro, tras la renuncia de Justin Trudeau después de nueve años en el poder. La ceremonia de investidura, realizada este viernes en Ottawa, marca el inicio de una era definida por el desafío a las políticas agresivas de Donald Trump, quien ha impuesto aranceles del 25% a productos canadienses y sugerido incluso una posible anexión del país.

Un líder tecnócrata frente a la crisis

Carney, de 59 años y sin experiencia política previa, asume el cargo en un contexto de guerra comercial y tensión diplomática con Estados Unidos. Su perfil como exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, así como su manejo de crisis financieras globales, lo posicionan como una figura clave para enfrentar lo que calificó como "la amenaza de un matón". "No pedimos esta pelea, pero los canadienses siempre estamos listos cuando alguien arroja los guantes al hielo", declaró en su primer discurso, en alusión al hockey, deporte nacional.

El resurgir liberal y el declive de Trudeau

La llegada de Carney revitaliza al Partido Liberal, que hasta enero parecía encaminado a una derrota electoral histórica. Las encuestas reflejan un repunte: de una desventaja de 24 puntos frente a los conservadores en enero, la brecha se redujo a menos de 8 puntos. Este cambio se atribuye a la estrategia de confrontación de Trudeau contra Trump, en contraste con el enfoque conciliador de México bajo Claudia Sheinbaum. "Los canadienses exigen firmeza, no sumisión", afirmó Carney, quien promete mantener represalias comerciales hasta que EE.UU. muestre "respeto".

Trump: ¿aliado o adversario?*

Las declaraciones de Trump sobre revisar tratados bilaterales y excluir a Canadá de alianzas como el Five Eyes han encendido alarmas en Ottawa. Filtraciones revelan que el gobierno canadiense ahora toma en serio las amenazas de anexión, inicialmente consideradas bravatas. El nacionalismo en Canadá alcanza niveles récord, con boicots a productos estadounidenses y protestas en eventos deportivos, mientras el lema *"Canadá primero"* gana terreno incluso entre conservadores.

Elecciones anticipadas y el desafío de Carney

Aunque Carney juró el cargo hoy, su mandato podría ser breve. Fuentes liberales señalan que convocará elecciones anticipadas en las próximas semanas para capitalizar el momentum anti-Trump. Los conservadores, liderados por Pierre Poilievre, enfrentan un dilema: criticar al gobierno sin parecer aliados de Trump. Por ahora, las encuestas anticipan una carrera reñida, sin mayoría clara para ningún partido.

De Harvard al poder: la trayectoria de un outsider

Nacido en Alberta, Carney estudió en Harvard y Oxford antes de destacar en el sector financiero. Dirigió el Banco de Canadá durante la crisis de 2008 y modernizó el Banco de Inglaterra. Su estilo pragmático y advertencias sobre el Brexit lo hicieron famoso, aunque también le valieron críticas por ser "poco confiable", como lo apodó un legislador británico. Ahora, su reto es unificar al país y demostrar que un tecnócrata puede ganarle la partida a Trump.

Carney planea viajar a Washington la próxima semana para negociar, aunque adelantó: "Solo habrá diálogo si hay respeto". Mientras, su gabinete, que incluye a figuras clave del gobierno de Trudeau, prepara medidas para proteger la economía canadiense. Con el 2 de abril como fecha límite para nuevos aranceles de Trump, el mundo observa si este duelo entre banqueros y magnates redefine el futuro de América del Norte.