Protesta antigentrificación en CDMX termina en disturbios y expresiones xenófobas

Lo que comenzó como una manifestación pacífica en el Parque México, en la colonia Condesa, terminó en actos vandálicos, agresiones y expresiones xenófobas. Vecinos y activistas de las colonias Juárez, Roma, Condesa e Hipódromo organizaron la primera protesta contra la gentrificación en la capital del país, una problemática que ha encarecido la vivienda y transformado la vida comunitaria en varias zonas tradicionales de la ciudad.

Durante la concentración en el Foro Lindbergh, los asistentes compartieron testimonios sobre el desplazamiento de residentes, el aumento de rentas y el cierre de negocios locales, efectos provocados —afirman— por la llegada masiva de extranjeros con empleos remotos, especialmente desde la pandemia.

Sin embargo, cerca de las 18:00 horas, un grupo de encapuchados vestidos de negro desató disturbios durante la marcha por calles de la Roma y Condesa. Lanzaron piedras contra negocios, rompieron cristales de restaurantes y realizaron pintas con mensajes como “Fuera gringos” y “Gentrificación no es progreso, es despojo”.

Uno de los establecimientos más afectados fue el Café Toscano. También hubo daños en un Starbucks sobre la calle Sonora, donde comensales se tiraron al suelo por miedo a los proyectiles. Al menos dos jóvenes resultaron con heridas por vidrios rotos. A pesar de la violencia, no se reportaron detenidos.

El gobierno capitalino, a través de un comunicado, condenó los hechos y subrayó que “la lucha contra la gentrificación no puede usarse para justificar discursos de odio”. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, reafirmó el rechazo a cualquier forma de xenofobia, sin importar el origen o situación migratoria de las personas.

Durante la jornada también se volvió viral la presencia del influencer Luisito Comunica, quien fue increpado por algunos manifestantes que lo identificaron como parte del fenómeno de gentrificación. Aunque otros asistentes le pidieron fotos, el creador de contenido tuvo que ser escoltado por policías para salir del lugar.

La protesta coincidió con el 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos, lo que intensificó las consignas contra la comunidad extranjera. Vecinos como Raquel Nava, de 82 años, denunciaron que el auge de plataformas como Airbnb ha contribuido al desplazamiento de residentes de toda la vida, y pidieron mayor regulación al respecto.

Según cifras del gobierno capitalino, en los últimos 16 años las rentas han aumentado ocho veces más que el salario mínimo. En zonas como la Roma o Condesa, los alquileres pueden superar los 50 mil pesos mensuales, mientras el salario mínimo es de apenas 278 pesos diarios. La falta de vivienda asequible ha llevado al desplazamiento de más de 20 mil familias al año hacia las periferias de la ciudad.

La manifestación evidenció tanto el hartazgo de los habitantes como la complejidad del fenómeno de la gentrificación, que combina problemas económicos, sociales y culturales. Aunque el objetivo era visibilizar una problemática real, el saldo final dejó un llamado urgente al diálogo sin violencia.