Robert Prevost es elegido Papa y adopta el nombre de León XIV: un guiño a la justicia social y a los desafíos del siglo XXI

La Iglesia Católica ha vivido un momento histórico con la elección de Robert Francis Prevost como el nuevo Papa, quien asumirá el nombre de León XIV, un título que no se usaba desde 1903. La decisión, más que simbólica, revela una fuerte orientación hacia la justicia social, en línea con el legado del papa Francisco y con resonancias del pontificado de León XIII.

Prevost, nacido en Chicago, con ciudadanía peruana y amplia trayectoria como misionero en América Latina, fue elegido pontífice en la cuarta votación del cónclave, generando una ola de entusiasmo entre fieles de todo el mundo, especialmente en Perú, donde es recordado como un pastor cercano a las comunidades más vulnerables.

Expertos señalan que la elección del nombre “León XIV” refleja una clara intención de continuar el camino marcado por León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum, un texto pionero en la doctrina social de la Iglesia. Publicada en 1891, esta encíclica abordó por primera vez de forma sistemática los derechos laborales, la dignidad del trabajo y la crítica tanto al capitalismo desregulado como al socialismo autoritario.

“El nombre es una declaración de principios”, señaló Natalia Imperatori-Lee, académica en Estudios Religiosos. “Indica que la justicia social será una prioridad en este nuevo pontificado, tal como lo fue en el de León XIII y más recientemente en el de Francisco”.

Durante una reunión privada con los cardenales, el nuevo pontífice explicó que eligió este nombre por su deseo de enfrentar los desafíos éticos y sociales que plantea la revolución digital, incluyendo la inteligencia artificial y el futuro del trabajo. “Así como León XIII respondió a los cambios de la primera revolución industrial, hoy la Iglesia debe ofrecer su doctrina social ante esta nueva transformación”, afirmó.

La Oficina de Prensa del Vaticano confirmó que el nombre hace referencia tanto al papa León XIII como a León I, conocido por su liderazgo durante la amenaza de Atila el Huno, y posiblemente también al Hermano León, compañero de San Francisco de Asís, lo cual refuerza la continuidad con el pontificado anterior.

Con 69 años de edad, el papa León XIV encabezará a los más de 1,400 millones de católicos del mundo en un momento de intensos cambios culturales y tecnológicos. Su elección de nombre subraya su intención de que la Iglesia sea una voz activa en la defensa de la dignidad humana frente a los retos del siglo XXI.