Segunda protesta, Generacion Z pierde fuerza en la capital mexicana

Las protestas convocadas este jueves contra el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum registraron una participación mínima en comparación con las masivas movilizaciones del pasado sábado 15 de noviembre. La convocatoria, que buscaba contraprogramar el desfile militar por el 115 aniversario de la Revolución Mexicana, apenas reunió a 200 personas en el Ángel de la Independencia y ninguna en el punto alterno de Ciudad Universitaria.

El ambiente contrastó marcadamente con las escenas de violencia registradas días antes, cuando 17,000 manifestantes se enfrentaron a la policía en el Zócalo capitalino, en protestas que dejaron un saldo de 100 policías y 20 civiles heridos, además de 20 arrestos. Este jueves, la manifestación transcurrió sin altercados y con una presencia testimonial de jóvenes, el grupo que supuestamente impulsaba la movilización bajo la bandera de la Generación Z.

✍️ Una protesta minoritaria y envejecida

La movilización del jueves fue encabezada por el activista Pablo Ortiz Padilla, de 52 años, y consistió principalmente en adultos mayores. En varios puntos, el contingente policial llegó a igualar en número a los manifestantes. Los cánticos, entre los que destacaban consignas como "¡Fuera Morena!", reflejaban el descontento con el partido en el poder como único punto en común entre los asistentes.

La escasa participación evidenció la desconexión entre el activismo digital y la movilización callejera. Ángel Negrete, un activista ambiental de 23 años, declaró haberse coordinado por Discord con otros jóvenes a los que finalmente no encontró en el lugar, confirmando que el furor en redes sociales no se tradujo en presencia física.

🚨 Contexto de descontento social

Estas protestas se enmarcan en un contexto más amplio de movilizaciones sociales que han sacudido al país en noviembre. El descontento se exacerbó tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre, y se ha visto alimentado por demandas de diversos sectores, incluidos maestros de la CNTE, agricultores y transportistas que han convocado paros nacionales.

Las protestas del 15 de noviembre, organizadas bajo la etiqueta "Generación Z México", surgieron como un movimiento cívico no partidista que exigía un referéndum revocatorio para la presidenta Sheinbaum, autonomía para las instituciones electorales y la eliminación de la influencia del crimen organizado en las elecciones. Sin embargo, la respuesta del gobierno no se hizo esperar: Sheinbaum calificó estas movilizaciones como una "manifestación de la derecha" y acusó a la oposición de infiltrar el movimiento y utilizar bots en redes sociales para inflar la participación.

🛡️ Operativo de seguridad y perspectivas futuras

Ante los incidentes violentos del sábado, las autoridades desplegaron un operativo de seguridad preventivo durante la protesta del jueves. El Grupo de Diálogo y Convivencia de la Ciudad de México formó un cordón de chalecos naranjas que separaba a los agentes de los manifestantes, buscando evitar confrontaciones.

El contundente despliegue policial y la mínima participación ciudadana en la protesta del jueves sugieren un agotamiento temporal de la capacidad de movilización de los sectores opositores. No obstante, el malestar social por problemas estructurales como la inseguridad, la corrupción y la insatisfacción con servicios públicos como la salud, sigue latente en amplios sectores de la sociedad mexicana.