Tragedia en Copa Libertadores: Dos aficionados mueren en caos previo a partido entre Colo-Colo y Fortaleza

Dos jóvenes aficionados, una adolescente de 18 años y un niño de 13, perdieron la vida este jueves en medio de disturbios previos al partido entre Colo-Colo de Chile y Fortaleza de Brasil, correspondiente a la Fase de Grupos de la Copa Libertadores. El incidente ocurrió afuera del Estadio Monumental David Arellano en Santiago, cuando seguidores del equipo local intentaron ingresar por la fuerza al recinto, provocando una estampida que derribó una reja perimetral, aplastando a las víctimas.

De acuerdo con reportes locales, la Policía de Carabineros intervino con vehículos blindados y chorros de agua a presión para dispersar a los barristas, lo que habría agravado el caos. El fiscal Francisco Morales confirmó que se investiga si un carro policial participó directamente en el colapso de la estructura. Un uniformado ha sido imputado, aunque no detenido, mientras se recaban pruebas técnicas y grabaciones.

El partido inició con normalidad, pero fue suspendido a los 72 minutos tras una invasión masiva de hinchas de Colo-Colo al campo de juego, quienes exigían justicia por las muertes. Los jugadores de ambos equipos fueron evacuados, mientras la Conmebol emitió un comunicado expresando sus condolencias y cancelando oficialmente el encuentro.

Reacciones y consecuencias

Colo-Colo suspendió actividades en señal de duelo y ofreció disculpas públicas: “Lamentamos profundamente el fallecimiento de dos hinchas. Nuestras condolencias a sus familias”, indicó el club en redes sociales. Arturo Vidal, Esteban Pavez y otros jugadores expresaron su dolor en plataformas digitales.

Mientras tanto, el caos se extendió tras la suspensión: grupos vandálicos dañaron instalaciones juveniles del club y robaron equipamiento deportivo. La ANFP chilena y autoridades judiciales continúan investigando los hechos, sin descartar sanciones para el equipo local por parte de la Conmebol, que podrían incluir multas o pérdida de puntos.

Este incidente revive el debate sobre la seguridad en estadios sudamericanos y marca otro capítulo trágico en la historia del fútbol regional. La Fiscalía de Chile prometió agilizar las pesquisas para determinar responsabilidades penales.