Crisis en Perú: Un muerto y más de 100 heridos en masivas protestas

La frágil estabilidad política de Perú se quebró nuevamente este miércoles cuando una multitudinaria protesta en Lima contra el Gobierno y el Congreso terminó con un saldo trágico: al menos un manifestante fallecido por un disparo de arma de fuego y más de 100 heridos, según confirmó la Defensoría del Pueblo.

El fallecido fue identificado como Eduardo Ruiz, quien murió tras ser trasladado al Hospital Loayza en el centro de la capital peruana, en medio de una jornada de movilizaciones que evidencian el profundo descontento social con la clase política.

Las protestas, que también se replicaron en varias ciudades del país, representan la movilización más grande de los últimos años y están dirigidas contra el nuevo presidente interino, José Jerí, quien asumió el poder tras la destitución de Dina Boluarte por el Congreso peruano.

Testigos presenciales señalaron que Ruiz murió por un disparo ejecutado supuestamente por un "terna" - un agente policial encubierto - que habría abierto fuego mientras huía después de ser descubierto por un grupo de manifestantes. El Ministerio del Interior, sin embargo, negó que hubiera personal con esas características en la zona.

La muerte de Ruiz ocurre en un contexto de creciente violencia e inseguridad ciudadana impulsada por el crimen organizado, que fue uno de los principales factores que llevaron a la destitución de Boluarte . Según análisis recientes, Perú registró en el primer semestre de 2025 un aumento de 161 homicidios respecto al mismo periodo de 2024, mientras que las extorsiones alcanzaron la alarmante cifra de 20,705 denuncias entre enero y septiembre, equivalente a una cada 19 minutos.

Tanto la Defensoría del Pueblo como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos han exigido una investigación "inmediata, exhaustiva e independiente" para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades. Mientras tanto, analistas políticos advierten que estas protestas probablemente continuarán, ya que la salida de Boluarte es percibida por muchos sectores como un "avance incompleto" mientras el Congreso - que cuenta con niveles de desaprobación del 90% - se mantenga en el poder.