Detienen al youtuber español Frank Cuesta en Tailandia por posesión ilegal de animales protegidos

Frank Cuesta, conocido como Frank de la Jungla, fue arrestado este jueves en su santuario de animales en la provincia tailandesa de Kanchanaburi por posesión ilegal de especies salvajes protegidas, confirmaron autoridades locales. Entre los ejemplares hallados se encuentran nueve nutrias de uñas cortas y una pitón de hocico de pato, todos sin documentación que avalara su tenencia legal.

La operación, liderada por el Departamento de Prevención y Represión de Incendios Forestales, se realizó tras una investigación encubierta derivada de una denuncia anónima recibida el 14 de febrero. Las autoridades señalaron que Cuesta, de 53 años, enfrenta cargos por violar la Ley de Conservación y Protección de la Vida Silvestre de Tailandia.

El arresto ocurre días después de que el creador de contenido advirtiera en un video sobre posibles "cambios drásticos" en su santuario debido a problemas legales. "Hay posibilidades de que termine en la cárcel o me expulsen del país", declaró Cuesta, quien aseguró haber adquirido los animales en mercados locales.

Antecedentes y controversias

La exesposa del youtuber, Yuyee Alissa Intusmith, lo había denunciado previamente por presunto fraude fiscal, trabajo ilegal y mal manejo de su refugio, *Santuario Libertad*. Sin embargo, las autoridades precisaron que el arresto responde específicamente a la posesión de fauna protegida.

Tras declarar por tres horas con asistencia legal, se espera que Cuesta sea llevado este sábado a un tribunal para definir si obtendrá libertad bajo fianza. Mientras tanto, los animales rescatados fueron trasladados a centros de conservación oficiales.

¿Quién es Frank Cuesta?

Naturalista y extenista español, Cuesta saltó a la fama con programas como Wild Frank y su canal de YouTube, donde documenta rescates de animales. Radicado en Tailandia desde hace décadas, en 2021 inauguró su santuario, promovido como un espacio de "semi-libertad" para especies rescatadas.

El caso ha generado reacciones divididas: mientras algunos seguidores defienden su labor, otros cuestionan la legalidad de sus métodos. La policía tailandesa publicó imágenes del operativo con el rostro de Cuesta pixelado, subrayando que la investigación continúa en curso.