Dia Nacional del Maíz con 64 razas que enfrentan desafíos modernos.

El maíz (Zea mays), cereal originario de México con 10,000 años de historia, constituye no solo la base alimentaria de millones de personas sino un patrimonio biocultural que enfrenta el desafío de conservar su diversidad genética mientras se adapta a las demandas productivas actuales.

Del total de 64 razas de maíz existentes en México -59 nativas y 5 introducidas del Caribe-, más del 50% de las variedades a nivel global se ha perdido en los territorios, según datos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Origen y evolución: del teocintle al maíz moderno

El maíz se originó a partir de la domesticación del teocintle, una gramínea silvestre, mediante un proceso de selección que comenzó hace aproximadamente 10,000 años en el Eje Neovolcánico mexicano. La evidencia más antigua de este proceso proviene del abrigo rocoso de Xihuatoxtla, Guerrero, con dataciones alrededor del 6700 a.C.

Para las culturas mesoamericanas como mayas, aztecas y olmecas, el maíz no solo era su principal fuente de alimento, sino que formaba parte central de su cosmovisión y rituales sagrados, considerándose el material del cual los dioses crearon a la humanencia según el Popol Vuh.

Diversidad mexicana: los 7 complejos raciales

Las 64 razas de maíz mexicanas se han agrupado en siete complejos raciales según sus características morfológicas, de adaptación y genéticas. Estos grupos incluyen: Cónicos, Maduración Tardía, Sierra de Chihuahua, Ocho Hileras, Tropicales precoces, Dentados tropicales y Chapalote.

Esta diversidad es resultado de la adaptación a distintos climas, altitudes y preferencias culturales a lo largo del territorio nacional . A nivel mundial, el Banco de Germoplasma del CIMMYT resguarda material genético de 413 razas de maíz identificadas, aunque muchas ya no se siembran activamente.

Innovación y conservación: el futuro del maíz

Frente a la pérdida de diversidad genética, el CIMMYT impulsa el mejoramiento participativo de maíces nativos, técnica que combina saberes tradicionales con conocimiento científico. Este método emplea la selección masal estratificada, donde la milpa se divide en parcelas pequeñas para seleccionar rigurosamente la semilla de la siguiente generación, mejorando rendimientos mientras se preserva la diversidad biocultural.

Además, se han desarrollado variedades especiales como el maíz azul (rico en antocianinas), maíz amarillo (alto en carotenoides) y maíz de Alta Calidad Proteica (con calidad proteica similar a la leche).

La conservación de los maíces nativos mexicanos representa no solo un imperativo alimentario y ecológico, sino la preservación de un legado cultural milenario que continúa evolucionando para enfrentar los retos del cambio climático y la seguridad alimentaria del siglo XXI.