Honda paraliza su planta en Celaya, Guanajuato, por crisis global de chips

La automotriz japonesa Honda suspendió desde el martes 28 de octubre la producción en su planta de Celaya, Guanajuato, debido a una interrupción crítica en el suministro de semiconductores fabricados por la empresa Nexperia. La fábrica, dedicada a la producción del SUV HR-V y con una capacidad anual de 200,000 unidades, permanece inactiva sin una fecha definida para reanudar operaciones. La compañía confirmó que está realizando esfuerzos para minimizar el impacto, pero la situación cambiante impide establecer un plazo claro para la normalización.

El origen geopolítico de la crisis

La escasez se deriva de tensiones geopolíticas entre Países Bajos, China y Estados Unidos. A finales de septiembre, el gobierno neerlandés tomó el control de Nexperia —filial del grupo chino Wingtech—, lo que provocó la suspensión de sus exportaciones de chips.

Estos componentes, aunque no son de última generación, son esenciales para sistemas básicos en vehículos, como controles eléctricos, cerraduras y climatización. La medida afecta a múltiples fabricantes globales y ha encendido alertas en la industria automotriz japonesa, que anticipa repercusiones graves en la producción mundial.

Impacto regional y medidas inmediatas

La paralización en Celaya se extiende a otras operaciones de Honda en Norteamérica, donde la empresa ya ajusta la producción en sus plantas de Estados Unidos y Canadá. Esta región es clave para la marca, ya que concentra su mayor mercado de ventas y beneficios. La interrupción amenaza la estabilidad laboral de cientos de trabajadores en México y podría afectar el abastecimiento del HR-V para el mercado local y estadounidense.

Otras armadoras, como Volkswagen, han logrado sortear temporalmente el problema cambiando de proveedor, mientras que Nissan y Mercedes Benz enfrentan desafíos similares en Aguascalientes, con planes de cese parcial desde 2026.

Contexto mexicano: vulnerabilidad y oportunidades

México, séptimo productor global de vehículos, enfrenta una encrucijada por su dependencia de insumos importados y los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos. No obstante, la industria local mantiene ventajas competitivas, como su cadena de suministro consolidada, tratados comerciales y mano de obra calificada.

La presidenta Claudia Sheinbaum destacó recientemente el compromiso de Mazda para mantener su planta en Guanajuato, enfatizando el potencial mexicano en vehículos híbridos. Esto refleja una ruta para fortalecer la autonomía regional ante crisis globales.