Israel lanza ataques aéreos en Siria: tres muertos y decenas de heridos.

Israel lanzó este miércoles una serie de intensos bombardeos contra objetivos en Siria, que dejaron al menos tres muertos y 34 heridos, según informó el Ministerio de Salud sirio. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron los ataques, señalando que iban dirigidos al cuartel general militar del régimen interino sirio en Damasco y al área cercana al palacio presidencial.

El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, justificó la ofensiva argumentando que buscaba proteger a la comunidad drusa en el sur de Siria, particularmente en la región de Sweida, donde se han registrado sangrientos enfrentamientos entre grupos drusos y milicias beduinas apoyadas por el gobierno islamista de Damasco.

“Las advertencias en Damasco han terminado; ahora vendrán golpes dolorosos”, advirtió Katz en un mensaje grabado. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, entre los fallecidos hay tres comandantes sirios.

Los ataques israelíes fueron calificados por el gobierno sirio como un "comportamiento ilegal y criminal". Mientras tanto, la violencia en Sweida continúa escalando: se estima que entre 169 y 300 personas han muerto desde el fin de semana en los enfrentamientos, que también han involucrado abusos cometidos por tropas sirias, como ejecuciones sumarias y saqueos, según reportes locales.

El conflicto se ha intensificado desde la caída del expresidente Bashar al Asad en diciembre. La comunidad drusa de Sweida, que históricamente ha mantenido una posición de autonomía, ha rechazado la presencia del nuevo gobierno central, generando tensiones con otras comunidades locales y con las fuerzas oficiales.

En respuesta a la situación, decenas de drusos israelíes en los Altos del Golán intentaron cruzar la frontera para ayudar a sus correligionarios, pero el primer ministro Benjamín Netanyahu les pidió abstenerse, calificando la situación en Sweida como “muy grave”.

Estados Unidos expresó su preocupación ante la escalada del conflicto. El secretario de Estado, Marco Rubio, instó a cesar las hostilidades y confirmó que Washington ya está en contacto con las partes involucradas. La Casa Blanca pidió a Israel suspender sus operaciones militares en territorio sirio y favorecer el diálogo.

El panorama es cada vez más incierto. Aunque Israel asegura que sus ataques buscan evitar la consolidación de una presencia islamista hostil cerca de su frontera norte, el nuevo gobierno sirio —débil y fragmentado tras la salida de al Asad— enfrenta serias dificultades para recuperar el control del país sin alimentar más tensiones sectarias.

En medio del humo y las explosiones que sacudieron Damasco, crecen los temores de una escalada regional que podría tener consecuencias impredecibles para Medio Oriente.