Nuevo Presidente de Bolivia; Rodrigo Paz, derrota a Tuto Quiroga

Bolivia ha elegido un nuevo rumbo político. Rodrigo Paz, senador de centro-derecha de 58 años, se impuso con el 54% de los votos sobre el 45% del expresidente conservador Jorge "Tuto" Quiroga en el balotaje de este domingo, según resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral.

Esta victoria marca el fin de casi 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido fundado por Evo Morales que había dominado la política boliviana desde 2006. El propio Quiroga reconoció su derrota, deseando éxito al presidente electo pese a las denuncias de fraude de algunos simpatizantes.

🗳️ Una elección histórica y un cambio de modelo

Estas elecciones representan un punto de inflexión histórico para Bolivia, no solo por ser el primer balotaje en la historia del país, sino por el drástico cambio de modelo político y económico que representa. El apoyo al MAS, que había gobernado casi ininterrumpidamente desde 2006 bajo el liderazgo de Evo Morales, prácticamente se derrumbó en la primera vuelta.

Este desencanto se explica por una inflación que alcanza el 23%, una aguda escasez de combustibles y dólares que ha paralizado la demanda de los consumidores, y el desplome de las exportaciones de gas natural que alguna vez fueron el motor económico de Bolivia.

💼 Enfoque gradual versus cambio radical

La contienda enfrentó dos visiones distintas para sacar a Bolivia de la crisis. Tuto Quiroga, quien fue presidente de Bolivia entre 2001 y 2002, prometía un "cambio radical" con recortes profundos en el gasto público y el cierre o privatización de empresas estatales deficitarias. En contraste, Rodrigo Paz se inclina por un enfoque más gradual, manteniendo los programas sociales para los pobres mientras promueve el crecimiento del sector privado. En su primer discurso como presidente electo, Paz extendió su mano "para gobernar con todos los que quieran a la patria" y afirmó que "la ideología no da de comer".

🚀 Los urgentes desafíos del nuevo gobierno

Paz enfrentará desafíos inmediatos al asumir el mandato en noviembre. Deberá garantizar el suministro de combustible - que prometió solucionar en su primera semana -, controlar la inflación y reactivar una economía en recesión.

Su plan incluye un acuerdo de cooperación económica con Estados Unidos por 1,500 millones de dólares para asegurar el suministro de combustibles. Además, buscará eliminar gradualmente los subsidios universales al combustible, reemplazándolos por apoyos específicos para grupos vulnerables, mientras las industrias más grandes pagarían tarifas de mercado.

🏛️ Un escenario político complejo

El panorama político se presenta complejo para el presidente electo. Paz no tendrá mayoría en el Congreso, por lo que necesitará construir acuerdos, especialmente con los legisladores que respaldan a Quiroga. Además, deberá manejar la relación con su vicepresidente, Edman Lara, un excapitán de policía con fuerte arraigo popular que no ha dudado en manifestar sus diferencias y que podría convertirse en una "gran sombra" para el mandatario.

Otro factor será el expresidente Evo Morales, quien aseguró que "Paz y Lara ganaron con el voto evista" y está impulsando un nuevo partido para competir en las elecciones subnacionales de marzo.

Los analistas coinciden en que Paz no tendrá una luna de miel y que el escenario de protesta social "no está lejano" ante la persistente tensión y las altas expectativas generadas. El reto del nuevo gobierno será estabilizar la crisis económica sin afectar las conquistas sociales que la población boliviana alcanzó durante los casi 20 años de gobierno del MAS.