De exigir disculpas a España a vivir en Madrid: la polémica de Gutiérrez Müller

La presidenta Claudia Sheinbaum salió al paso de la polémica generada por una publicación del diario español ABC, que aseguró que Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se habría mudado a Madrid junto con su hijo Jesús Ernesto para instalarse en la exclusiva urbanización de La Moraleja.

Lejos de deslindarse del tema, Sheinbaum dedicó parte de su conferencia matutina a atacar al medio europeo y a la oposición mexicana, calificando la información como una “ofensiva basada en la mentira”. La mandataria aprovechó incluso para reprochar que los críticos de su gobierno no reconozcan los datos oficiales sobre la reducción de la pobreza, que según sus cifras superó los 13 millones de personas entre 2018 y 2024.

En medio de la controversia, Gutiérrez Müller utilizó su cuenta de X para negar haber cambiado de residencia y asegurar que continúa trabajando en una universidad pública mexicana. Sin embargo, la historiadora no aclaró de manera contundente si su hijo estudiará en España, como señaló el diario ibérico.

La versión publicada por ABC desató reacciones encontradas, no sólo por el costo de una vivienda en La Moraleja —una de las zonas más exclusivas de Europa—, sino también porque Gutiérrez Müller fue una de las principales impulsoras de la exigencia de disculpas a la Corona española por los abusos de la conquista. Para muchos críticos, mudarse a Madrid representaría una contradicción con esa postura.

Desde Morena, la dirigente nacional Luisa María Alcalde salió en defensa de Gutiérrez Müller y descalificó las críticas al asegurar que existe un “acoso mediático” en su contra. No obstante, las declaraciones han sido interpretadas por la oposición como un intento de minimizar lo que podría convertirse en un nuevo frente de desgaste para el oficialismo.

Con el antecedente de que ABC ya había informado en mayo pasado que Gutiérrez Müller habría solicitado la nacionalidad española, las versiones sobre un posible cambio de residencia continúan generando dudas. Mientras tanto, el gobierno federal insiste en que todo se trata de una campaña de desprestigio, aunque la polémica sigue alimentando cuestionamientos sobre la vida privada de la familia del expresidente y la congruencia de su círculo cercano.