Estados Unidos impone aranceles del 25% al acero y aluminio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que impone aranceles del 25% a todas las importaciones de acero y aluminio, eliminando exenciones previas y elevando la tasa para el aluminio del 10% al 25%. La medida, que entrará en vigor el 12 de marzo, busca proteger a los fabricantes estadounidenses y fortalecer la seguridad económica y nacional, según el gobierno.

Nuevas reglas para América del Norte

La orden también establece que el acero y el aluminio importados deben ser "fundidos y vertidos" o "fundidos y moldeados" en América del Norte, una disposición dirigida a frenar el ingreso de acero chino procesado en otros países. Esta medida afectará principalmente a Canadá y México, los principales proveedores de estos metales a Estados Unidos.

Reacciones internacionales y posibles represalias

Canadá, que representa más del 50% del aluminio importado por EE.UU., calificó los aranceles como "injustificados" y advirtió sobre represalias. México, por su parte, anunció que negociará con Washington esta semana, argumentando que la medida es "contradictoria" y perjudicial para ambos países. El secretario de Economía mexicano, Marcelo Ebrard, destacó que México importa más acero y aluminio del que exporta, por lo que los aranceles podrían encarecer los costos de producción y afectar sectores clave como el automotriz.

Impacto global y preocupaciones económicas

La medida ha generado advertencias de una posible guerra comercial, especialmente tras los recientes aranceles impuestos a productos chinos y las amenazas de represalias por parte de Pekín. Además, economistas señalan que los nuevos aranceles podrían aumentar los costos de producción en industrias estadounidenses que dependen de estos metales, como la automotriz, aeroespacial y de construcción, afectando también a los consumidores.

Trump defiende la medida

Desde el Despacho Oval, Trump afirmó que los aranceles son clave para "hacer a Estados Unidos rico de nuevo" y aseguró que no habrá excepciones. Su asesor comercial, Peter Navarro, respaldó la decisión, argumentando que protegerá a la industria nacional y pondrá fin al "dumping" extranjero.

Con esta medida, Estados Unidos refuerza su política arancelaria, aunque expertos advierten sobre posibles efectos negativos, como el aumento de precios y la pérdida de empleos en sectores dependientes de las importaciones. La situación podría complicar aún más las relaciones comerciales con aliados clave y generar tensiones en el mercado global.