Estados Unidos restringe los chips de IA más avanzados de Nvidia

En una decisión que redefine la geopolítica de la tecnología, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que los chips de inteligencia artificial más avanzados de Nvidia, como los Blackwell de gama alta, serán de acceso exclusivo para empresas estadounidenses, prohibiendo su venta a China y otros países.

Esta postura, anunciada en una entrevista para "60 Minutes" de CBS, busca asegurar la ventaja competitiva y de seguridad nacional de EE. UU. en la carrera global por la IA, aunque deja abierta la posibilidad de que China acceda a versiones menos capaces de estos semiconductores.

💡 Claves del conflicto comercial y tecnológico

- Control de Exportaciones: La administración Trump ha implementado restricciones estrictas sobre la venta de chips avanzados a China, argumentando preocupaciones de seguridad nacional. En abril de 2025, se limitaron las exportaciones del chip H20 de Nvidia, diseñado específicamente para cumplir con regulaciones previas.

- Acuerdo sin Precedentes: Para reanudar parcialmente las ventas, Nvidia y AMD acordaron con el gobierno estadounidense un *quid pro quo* inusual: pagar el 15% de sus ingresos por ventas de chips a China a cambio de licencias de exportación. Trump reveló que originalmente buscaba un 20%, pero el CEO de Nvidia, Jensen Huang, negoció la cifra final.

- Impacto para Nvidia: Estas restricciones han representado un costo significativo para Nvidia. La compañía anticipó una reducción de US$8,000 millones en ingresos debido a los controles y excluyó oficialmente al mercado chino de sus pronósticos financieros, un territorio que en 2024 representaba el 13% de sus ventas.

🗺️ Un escenario complejo y en desarrollo

El panorama para Nvidia es de contrastes: por un lado, su valoración de mercado superó los US$5 billones en octubre de 2025, consolidándose como un motor clave de la economía estadounidense. Por otro, enfrenta una investigación antimonopolio en China iniciada en septiembre, lo que añade otra capa de tensión a sus operaciones.

Mientras, el CEO Jensen Huang ha mantenido una relación cercana con Trump, buscando navegar un entorno donde la tecnología y la diplomacia están profundamente entrelazadas.

Esta política de restricciones no está exenta de críticas en Washington. Legisladores como el republicano John Moolenaar han comparado la venta de versiones reducidas de chips a China con "darle a Irán uranio apto para armas".

Al mismo tiempo, la empresa debe equilibrar la demanda global insatisfecha de su tecnología, como evidenció un pedido masivo de 260,000 chips Blackwell para Corea del Sur, con las crecientes limitaciones impuestas por su propio gobierno.