Otro descarrilamiento del Tren Maya reaviva críticas a la obra insignia de la 4T

El Tren Maya volvió a dar de qué hablar tras registrarse este martes un descarrilamiento en la estación de Izamal, en el Tramo 3 de la ruta, apenas a unos kilómetros de Mérida. Aunque no se reportaron personas lesionadas, las imágenes que circularon en redes sociales muestran a pasajeros siendo evacuados por elementos de la Guardia Nacional, mientras un vagón quedó visiblemente fuera de la vía.

Este nuevo accidente se suma a la larga lista de fallas que ha acumulado el proyecto emblema de la administración federal. De acuerdo con datos de Tren Maya S.A. de C.V., en sus primeros seis meses de operación el sistema registró una falla por semana, entre ellas pérdida de potencia, sobrecalentamiento de motores, fallas en neumáticos y desconexiones de comunicación satelital.

Un historial de tropiezos

No es la primera vez que ocurre un incidente similar. En marzo de 2024, un vagón se descarriló en Tixkokob debido a una falta de tornillos de fijación en la vía, lo que desató duras críticas sobre la calidad de la obra y la supervisión de la misma.

Desde su inauguración parcial en diciembre de 2023, el Tren Maya ha sido señalado por:

• Impactos ambientales irreversibles en la selva maya y zonas arqueológicas.

  
  

• Sobrecostos multimillonarios: de los 120 mil millones de pesos proyectados, el presupuesto se ha triplicado.

  
  

• Deficiencias operativas que afectan directamente a los usuarios y al turismo en el sureste del país.

  
  

La polémica continúa

Colectivos ciudadanos, ambientalistas y opositores han reiterado que este tipo de fallas ponen en evidencia lo que desde el inicio advirtieron: que el Tren Maya se construyó con prisas, sin planeación adecuada y con serios riesgos para la seguridad de sus pasajeros.

El periodista y analista Sergio Aguayo calificó recientemente al Tren Maya como un “elefante blanco en vías rápidas”, mientras que organizaciones como Selvame del Tren insisten en que, además de los daños ecológicos, la obra carece de viabilidad económica y técnica.

¿Un proyecto turístico o un riesgo constante?

Aunque el Gobierno federal defiende que el Tren Maya será el motor turístico y económico del sureste, los recientes incidentes alimentan la percepción de que se trata de un proyecto plagado de improvisaciones. En plena temporada vacacional, estos descarrilamientos no solo afectan la imagen de México ante visitantes nacionales y extranjeros, sino que confirman lo que muchos críticos ya anticipaban: la obra prioritaria de la llamada Cuarta Transformación podría convertirse en un símbolo de fracaso e ineficiencia gubernamental.