Polémica en CPAC: Bannon y Verástegui replican saludo asociado al nazismo.

El exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, y el actor mexicano Eduardo Verástegui desataron críticas durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) al realizar un saludo con el brazo extendido y la palma hacia abajo, gesto que evoca al usado por los seguidores del régimen nazi. El hecho ocurrió este 21 de febrero en el marco del evento conservador más influyente de EE.UU., donde también participaron figuras como el presidente argentino Javier Milei.

El incidente y las reacciones

Bannon, estratega clave del movimiento Make America Great Again (MAGA), concluyó su discurso con un llamado a “luchar” por Trump, acompañado del polémico saludo. Aunque insistió en que era un gesto de “agradecimiento a la multitud”, la Liga Antidifamación (ADL) lo calificó como una “normalización de símbolos extremistas”. Horas después, Verástegui —candidato fallido a la presidencia de México en 2024— imitó el movimiento al anunciar su adhesión al “movimiento de Musk y Trump”, tocándose el pecho antes de extender el brazo.

El gesto recordó al realizado por Elon Musk en enero durante la investidura de Trump, cuando el magnate bromeó sobre las acusaciones de antisemitismo. Grupos supremacistas, como White Lives Matter, celebraron entonces el acto como un “resurgir de la llama blanca”.

Contexto y tensiones internas

La polémica se intensificó tras la cancelación del líder ultraderechista francés Jordan Bardella, quien renunció a participar en la CPAC por considerar el gesto una provocación. Mientras tanto, Bannon enfrenta una condena de tres años de libertad condicional por defraudar fondos destinados al muro fronterizo con México durante el primer mandato de Trump.

¿Qué es la CPAC?

Organizada por la Unión Conservadora Estadounidense, la CPAC reúne anualmente a figuras globales de la derecha. Este año, el discurso de Milei —quien regaló una motosierra a Musk— y los llamados a un “tercer mandato” para Trump, pese a ser inconstitucional, dominaron la agenda.

Impacto y debate

Las imágenes de los saludos se viralizaron, reavivando el debate sobre la influencia de grupos extremistas en la política conservadora. Mientras simpatizantes defendieron los gestos como “muestras de unidad”, organizaciones judías y defensores de derechos humanos alertaron sobre el peligro de trivializar símbolos históricos de odio.

Con información de ADL, Le Point