TEPJF valida elección pese a pruebas de manipulación

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló, tras un ríspido debate, la elección de los nueve nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ignorando las denuncias de fraude por el presunto uso de “acordeones” y prácticas de manipulación electoral.

El proyecto de nulidad presentado por el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón evidenció más de 3 mil “acordeones” físicos y cientos de pruebas digitales, que apuntaban a una operación sistemática para inducir el voto en favor de los candidatos afines al oficialismo. Según el análisis estadístico, 45% de los votos válidos se concentró en una sola combinación de nueve aspirantes, una coincidencia prácticamente imposible en un proceso auténticamente libre.

Pese a estas evidencias, la mayoría integrada por Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes se inclinó por validar la elección, argumentando que las pruebas no demuestran un impacto directo en los resultados. Con ello, el tribunal dio luz verde a una de las elecciones más cuestionadas en la historia democrática del país.

La magistrada Janine Otálora, en contraste, respaldó la anulación al señalar que el proceso “no garantiza legitimidad plena” y que el Congreso falló en blindar la primera elección popular del Poder Judicial. La postura crítica fue minimizada por sus colegas, que desestimaron los señalamientos como “especulaciones” o “paranoia”.

Para la oposición, la decisión del TEPJF confirma la sumisión del tribunal al poder presidencial, pues la nueva Corte —que asumirá funciones el 1 de septiembre de 2025— estará dominada por perfiles cercanos al oficialismo. La validación no solo perpetúa dudas sobre la legalidad del proceso, sino que abre la puerta a un Poder Judicial alineado con el Ejecutivo, debilitando el sistema de contrapesos.

Fuera del tribunal, colectivos ciudadanos y organizaciones opositoras advirtieron que seguirán denunciando la imposición de ministros sin legitimidad democrática. “Lo que vimos fue un fraude institucional, disfrazado de participación ciudadana”, señalaron integrantes de la organización Resistencia Civil, Activa y Pacífica, que exigieron abrir nuevas investigaciones y no cerrar el caso

El desenlace deja un precedente preocupante: el TEPJF optó por la validación política sobre la certeza jurídica, generando un Poder Judicial cuestionado desde su origen y sembrando dudas sobre el futuro de la independencia de la justicia en México.

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